El control de accesos también tiene aplicación en entornos donde es necesario restringir el acceso únicamente para grupos o personas autorizadas, tales como comunidades de propietarios, accesos a plantas restringidas en ascensores (trasteros, parkings, etc.) y en general al control de la apertura de puertas para zonas comunes y privadas.
Estos sistemas no necesitan estar conectados a ningún elemento y pueden funcionar de manera autónoma realizando funciones restrictivas de acceso y procesar de forma simple la apertura o cierre de una puerta, según los permisos creados por el cliente en código o horario.
También se pueden vincular a sistemas de seguridad que emitan una señal de alarma o de aviso a una central receptora de alarmas o centros de control del propio cliente.